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Qué rápido pasa el tiempo. Por suerte, las sonrisas prevalecen, se guardan en el recuerdo como marcas en el cemento, para que al pisar la carretera se iluminen nuestros rostros, como el sol al derretirse anegando mis pupilas.

"Fin del trayecto. Esperamos que haya disfrutado de las vistas."
Aquí viene otro año. Abróchense los cinturones y disfruten del viaje.
Trescientos sesenta y cinco brillantes días nuevos para vivir y sobrevivir y reír y callar bajo el cielo del norte.
Tenía hoy unas absurdas ganas de hablar contigo. Menos mal que has aparecido para mirar conmigo los nubarrones grises que hay aquí.
A lo lejos las nubes son más claras. Seguro que significa algo bueno, o eso espero.
Que alguien me diga qué coño dicen mis ojos cuando te miro, porque no logro entenderlos.
Otra vez ese delirio por escapar. La luz parece más clara cuando el sol se derrite. Mis pupilas más sensibles cuando me abrazo.
Llegó diciembre.Precioso diciembre, vestido de vagabundo, anunciando el fin, anunciando un nuevo comienzo.Llegó diciembre. Trajo consigo miles de falsas esperanzas que se evaporarán como el humo cada noche al acostarme. Y cada mañana volverá a engañarme la luz del sol y me dirá que tiene algo preparado para mi. Hasta que vuelva el humo y vuelva a cantar para poder dormir.Llegó diciembre.Y con él las noches en vela más oscuras del invierno polar.