Qué rápido pasa el tiempo. Por suerte, las sonrisas prevalecen, se guardan en el recuerdo como marcas en el cemento, para que al pisar la carretera se iluminen nuestros rostros, como el sol al derretirse anegando mis pupilas.
"Fin del trayecto. Esperamos que haya disfrutado de las vistas."
Aquí viene otro año. Abróchense los cinturones y disfruten del viaje.
Trescientos sesenta y cinco brillantes días nuevos para vivir y sobrevivir y reír y callar bajo el cielo del norte.
diciembre 31, 2009
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